Hay una máxima con la que siempre me enfrento a la vida, al día a día:
no arrepentirme nunca de nada.
Algunos creerán que es algo estúpido, un sinsentido. Sin embargo, no lo pienso así.
Segun el diccionario arrepentirse es "sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo o cambiar de opinión o no ser consecuente con un compromiso".
Yo lo veo de la siguiente manera: arrepentirse es desear no haber hecho o dejado de hacer algo.
Muchas veces oimos eso de "ojalá no hubiese pasado", "me gustaría volver en el tiempo y cambiar lo ocurrido", blablabla...
Aparte de reflejar bastante indecisión y falta de personalidad el hacer una cosa y luego redimirse, es completamente absurdo, porque jamás podrás deshacer lo que ya está hecho.
Yo jamás me arrepiento de nada de lo que hago. Eso conllevaría no enfrentarme a la realidad.
Y, para ser sincera, siempre he creído que todo lo que hacemos nos ayuda a crecer como personas.
Si en algún momento hacemos algo bueno, no nos arrepentimos. Todo lo contrario, nos felicitamos por ello y tomamos nota mental para volverlo a hacer en algun momento.
Y si en algún momento hacemos algo malo o algo que después vemos que estaba mal, debemos pensar que sino lo hubiésemos hecho podríamos correr el riesgo de repetirlo. No habríamos probado el sabor amargo del error, y sin ése sabor es más difícil concretar el dulce de lo bueno.
Así que...¿para qué arrepentirse?
No hay comentarios:
Publicar un comentario